Jan Pieterszoon Coen: El Arquitecto Brutal del Imperio Colonial Holandés

Un comerciante convertido en conquistador

Jan Pieterszoon Coen fue mucho más que un burócrata holandés. Fue el cerebro y el brazo ejecutor del imperio asiático de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (VOC). Nacido en 1587 en Hoorn, Países Bajos, Coen no tardó en pasar de contador de la VOC a gobernador general en Asia, donde dejó una huella imborrable —y profundamente controversial— en la historia del colonialismo.

Para algunos, fue un visionario que consolidó el poder neerlandés en el Lejano Oriente. Para otros, un símbolo del colonialismo más despiadado. Lo cierto es que su nombre quedó grabado en la historia como uno de los arquitectos del dominio europeo en Asia.

Su ascenso en la VOC

Jan Coen se unió a la VOC en sus primeros años y rápidamente destacó por su determinación, su rigurosidad administrativa y, sobre todo, por su falta de escrúpulos cuando se trataba de asegurar beneficios para la empresa.

Formado como contador en la ciudad de Enkhuizen y entrenado en técnicas mercantiles y navegación, fue enviado a Asia en una de las primeras expediciones comerciales. Su desempeño llamó la atención de los directores de la VOC en Ámsterdam.

En 1618, fue nombrado gobernador general de las posesiones neerlandesas en Asia, cargo que retomaría más tarde en 1627 hasta su muerte. Desde ese puesto, ejecutó la estrategia de convertir a la VOC en la potencia dominante del comercio de especias en el sudeste asiático.

Fundador de Batavia: la joya colonial

Uno de los mayores legados de Coen fue la fundación de Batavia (actual Yakarta) en 1619. Para establecer esta ciudad, arrasó la ciudad javanesa de Jayakarta con ayuda de tropas y mercenarios, consolidando el dominio holandés en Java.

Batavia se convirtió en el centro de operaciones de la VOC en Asia durante más de dos siglos. Era el núcleo logístico, militar y comercial del imperio holandés en Oriente. Desde allí se coordinaban las rutas hacia Japón, India, China y el archipiélago indonesio.

La planificación urbana de Batavia incluyó canales al estilo de Ámsterdam, fortalezas, edificios administrativos y zonas de segregación étnica. Coen imaginó Batavia no solo como un puesto de comercio, sino como una capital imperial duradera.

La masacre de las Islas Banda

Coen no tenía reparos en usar la violencia extrema para imponer el monopolio comercial. El caso más infame fue su brutal campaña en las Islas Banda, clave por su producción de nuez moscada.

Cuando los habitantes locales intentaron comerciar con ingleses y portugueses, Coen organizó en 1621 una expedición punitiva que terminó en una masacre, con miles de personas asesinadas o esclavizadas. La VOC tomó control absoluto del archipiélago y repobló las islas con colonos holandeses y esclavos traídos de otras regiones.

Este acto, aunque efectivo desde el punto de vista comercial, ha sido condenado históricamente como uno de los crímenes más atroces del colonialismo holandés.

La masacre de Banda marcó un antes y un después en la historia de la VOC. A partir de allí, se abandonó cualquier pretensión diplomática: la dominación militar y el terror se volvieron herramientas habituales del comercio.

Otras campañas de expansión y control

Coen también intervino activamente en otras regiones estratégicas:

  • En Malaca, apoyó las operaciones para arrebatar el control portugués.
  • En India, estableció fuertes y acuerdos comerciales en la costa de Coromandel.
  • Intentó sin éxito expulsar a los españoles de las Filipinas.

Su visión era la de un Asia bajo influencia holandesa, donde el comercio estuviera estrictamente controlado por la VOC mediante fuerza y bloqueo a competidores europeos.

jan pieterszoon coen

Un legado dividido

Jan Pieterszoon Coen murió en 1629, con solo 42 años, durante una epidemia en Batavia. Pero su influencia perduró:

  • Transformó la VOC en una superpotencia comercial global.
  • Impuso un modelo de control militar y comercial despiadado, imitado por otras potencias coloniales.
  • Fue alabado en su época como “el padre de la colonización neerlandesa en Asia”.

Sin embargo, con el paso de los siglos, su figura fue reevaluada. Hoy, Coen representa también las sombras del comercio colonial, la violencia sistemática y el desprecio por las culturas locales.

En los Países Bajos, sus estatuas han sido objeto de debates y protestas, especialmente en años recientes, donde se revisa el papel de figuras coloniales desde una perspectiva más crítica. Algunas calles y plazas llevan su nombre, mientras que otras han sido renombradas en señal de reparación histórica.

¿Héroe comercial o villano imperial?

La figura de Jan Pieterszoon Coen refleja el dilema central del colonialismo europeo: el progreso económico y la expansión global vinieron acompañados de violencia, dominación y sufrimiento humano.

Coen es una figura que desafía las lecturas simplistas. Fue, sin duda, brillante en su ejecución estratégica y audaz en su visión global. Pero también fue despiadado, intolerante y responsable de actos que hoy serían considerados crímenes de guerra.

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