Paul Allen: construyó Microsoft y soñó más allá de la Tierra
Introducción
Cuando pensamos en Microsoft, el nombre de Bill Gates viene inmediatamente a la mente. Pero en las sombras —aunque no menos brillante— estuvo siempre Paul Allen, el cofundador que ayudó a levantar uno de los imperios tecnológicos más grandes de la historia.
Visionario, discreto y multidimensional, Allen fue mucho más que un empresario: fue un apasionado de la ciencia, la música, la filantropía y la exploración. Este artículo recorre la vida y el legado de uno de los personajes más fascinantes y menos comprendidos del universo tecnológico.
Los primeros años: un niño curioso con una mente brillante
Paul Gardner Allen nació el 21 de enero de 1953 en Seattle, Washington, hijo de un bibliotecario y una maestra. Desde muy pequeño mostró un amor por la lectura, la música y, sobre todo, las computadoras.
En la escuela privada Lakeside conoció a un joven dos años menor llamado Bill Gates. Juntos, formaron un dúo dinámico que pasaba horas programando en los ordenadores del colegio. Allen era el pensador estratégico, el que veía las tendencias antes que nadie; Gates, el implacable ejecutor.
El nacimiento de Microsoft
En 1975, tras leer un artículo sobre el Altair 8800, Paul Allen convenció a Gates de que juntos podían crear un lenguaje de programación para ese incipiente mercado. Así nació Microsoft, inicialmente con un simple intérprete de BASIC, pero con una ambición gigantesca: llevar las computadoras personales a cada escritorio y cada hogar.
Allen fue quien propuso el nombre “Micro-Soft” (microcomputadoras y software), y quien negoció personalmente el histórico acuerdo con IBM para suministrar el sistema operativo MS-DOS. Ese contrato cimentó el dominio de Microsoft en la industria y abrió la puerta al ascenso de ambos como multimillonarios.

La batalla personal contra la enfermedad
En 1982, cuando tenía apenas 29 años y era ya uno de los hombres más ricos del mundo, a Paul Allen le diagnosticaron la enfermedad de Hodgkin, un cáncer del sistema linfático. Este golpe lo obligó a retirarse del día a día en Microsoft, aunque permaneció como miembro del consejo de administración.
Aunque su salida marcó un distanciamiento con Gates durante un tiempo, Allen sobrevivió a la enfermedad y se reinventó como inversor, filántropo y explorador de nuevos horizontes.
Más allá de Microsoft: un hombre de muchas pasiones
Tras dejar Microsoft, Paul Allen no se conformó con vivir de sus millones. Fundó Vulcan Inc., su firma de inversiones y gestión de proyectos, y se dedicó a financiar iniciativas en tecnología, ciencia, cultura y deportes.
Tecnología y exploración
Paul Allen fue un gran promotor de la exploración espacial. Financia el desarrollo de SpaceShipOne, la primera nave espacial privada en llegar al espacio y ganar el Premio Ansari X Prize en 2004. También creó Stratolaunch Systems, para lanzar cohetes desde aviones gigantes.
En paralelo, financió expediciones para descubrir pecios históricos (como el portaaviones USS Lexington) y para estudiar el fondo de los océanos.
Deportes
Amante del deporte, Paul Allen compró los Portland Trail Blazers de la NBA en 1988 y los Seattle Seahawks de la NFL en 1997, además de participar en la fundación del equipo de fútbol Seattle Sounders. Bajo su liderazgo, los Seahawks ganaron su primer Super Bowl en 2014.
Arte y cultura
Allen fue un coleccionista de arte de talla mundial y un entusiasta de la música. Tocaba la guitarra eléctrica y formó su propia banda. Fundó el Museum of Pop Culture (MoPOP) en Seattle y donó millones para apoyar las artes y preservar el patrimonio cultural.
Filantropía a gran escala
Paul Allen donó más de 2.000 millones de dólares a lo largo de su vida para apoyar causas como la investigación médica, la educación, la conservación del medio ambiente, la inteligencia artificial y la lucha contra el ébola.
Entre sus iniciativas más destacadas están el Allen Institute for Brain Science, el Institute for Cell Science y el Institute for Artificial Intelligence, que han producido avances importantes en sus respectivas áreas.
Allen no solo donó dinero, sino que también ponía su visión y energía en cada proyecto, asegurándose de que tuvieran un impacto real y duradero.
Curiosidades sobre Paul Allen
- Era un guitarrista talentoso y coleccionaba guitarras históricas, incluyendo una Fender Stratocaster que perteneció a Jimi Hendrix.
- Pilotaba sus propios aviones y yates; uno de sus barcos, el Octopus, era uno de los yates más grandes y lujosos del mundo.
- Fue quien dio nombre a “Micro-Soft” y quien sugirió que IBM no fabricara su propio sistema operativo, abriendo así la oportunidad para Microsoft.
- Tenía una colección de más de 800 piezas de arte, incluyendo obras de Monet, Renoir y Rothko.
- Le apasionaban los misterios históricos, como el paradero de barcos hundidos y aviones desaparecidos.
Últimos años y legado
En 2018, Paul Allen falleció a los 65 años debido a complicaciones de un linfoma no Hodgkin. Su muerte fue sentida en todo el mundo, no solo en el ámbito tecnológico, sino también entre científicos, artistas, deportistas y activistas.
Su legado es el de un hombre que supo usar su fortuna y su creatividad para impulsar proyectos que iban más allá de la simple ganancia económica. Allen demostró que la riqueza y la influencia pueden ser herramientas para explorar, crear y mejorar el mundo.
